lunes, 5 de febrero de 2018

El cuidado del agua

El agua, un recurso esencial
El agua es una fuente de vida insustituible y fundamental para el desarrollo de la sociedad. Además de ser esencial, el agua es un recurso agotable y cada vez más escaso a escala mundial.
Por ello, si logramos disminuir el consumo de agua potable, contribuiremos a preservar el medio ambiente y a mantener la calidad del servicio. Al mismo tiempo, podremos favorecer nuestra condición de vida y construir un importante vínculo solidario.
Por estas razones, es imprescindible que hagamos un uso apropiado del recurso.
Algunos datos de consumo:
El consumo de agua necesario por persona para vivir se estima en 80 litros diarios. Sin embargo en nuestro ámbito de concesión se consumen, en promedio, 300 litros diarios por persona.
  • Una canilla abierta verte entre 6 y 7 litros de agua por minuto.
  • Las piletas de material tienen entre 50 mil y 70 mil litros de capacidad de agua.
  • Las piletas de lona contienen entre 5 mil y 10 mil litros de agua.
  • Una canilla que gotea desperdicia 12 mil litros de agua anuales.
  • Un tanque de inodoro que pierde agua dilapida entre 34 mil y 80 mil litros por año.
Consejos para el uso racional y solidario del agua potable:
• Hacer un uso solidario del recurso: dado que el agua se distribuye a través de un sistema de cañerías interconectadas, el abuso de este recurso por parte de un sector perjudica necesariamente a toda la red.
• Cuidar las reservas: Se recomienda mantener reservas de agua, tanto en la heladera para consumo y cocción de alimentos, como disponible en el tanque.
• Evitar o restringir actividades como: riego de calles de tierra, pavimento, veredas y jardines, principalmente durante el día.
Utilizar baldes en lugar de mangueras para regar o realizar la limpieza hogareña, ya que de esta manera no se desperdicia el recurso.
• Recuerde que no está permitida la utilización de bombas succionadoras en las viviendas, debido a que éstas restan presión a la red.
Piletas de lona
• Tomar medidas para reducir al máximo la periodicidad con que se renueva el caudal.
• Cubrir la pileta con una media sombra cuando no se usa para impedir el ingreso de hojas, polvo y cualquier otra materia orgánica.
• Limpiar la superficie con una rejilla mosquitera, todos los días.
• Diluir una taza de lavandina por cada mil litros de agua en una regadera y verterla por toda la superficie de la pileta los días de uso intensivo; hacerlo por la noche, ya que en el día las altas temperaturas bajan la concentración de cloro libre al hipoclorito de sodio (lavandina).
• El vaciado como el llenado de piletas debe realizarse en horarios nocturnos.




 



No hay comentarios:

Publicar un comentario